C i r i o
Fouquieria columnaris

El cirio es una planta que pertenece a la familia de los ocotillos, pero en apariencia es una especie totalmente diferente, considerada endémica para Sonora y Baja California, o sea única en el planeta.

Se localizada en Sierra Cirio. Puerto Libertad y se encuentra registrada como una UMA (unidad de Manejo) ante la Semarnap.

Esta atractiva planta, en Sonora llega a medir de cinco a diez metros de altura, con un tallo grueso en forma de zanahoria invertida. Tiene una corteza de color blanco a grisácea, con ramificaciones muy pequeñas y delgadas.

Estas plantas presentan una gran variedad de formas, pero todos sus troncos tienen apariencia de largas velas y de raíz invertida. Los brazos y el tallo o tronco también crece hacia arriba, inclinándose en tiempo de sequía.

Su tallo es suculento, es decir aparenta tener almacenada mucha agua, no siendo igual en las ramas o brazos, los cuales son chicos y se caen después de la lluvia. ' La época de floración del Cirio, como se le conoce comúnmente, sucede con o sin lluvia en los meses de junio y julio,. produciendo una agradable fragancia; las flores nacen en la punta del tronco y son de color amarillo a crema, similares en estructura a las de los ocotillos.

 

La primera floración del Cirio sucede cuando la planta alcanza una edad de 50 a 75 años.

En octubre o noviembre el fruto se torna de un color rojo dorado; es el tiempo justo para , la liberación de la semilla, la cual germina fácilmente a finales de Octubre, de manera común.

Esta planta se desarrolla en laderas rocosas de suelos graníticos; es muy especial ya que en nuestro Estado sólo la podemos encontrar al sur de Puerto Libertad, en la sierra conocida como Punta Cirio y Sierra Tardilla, además en la parte central de Baja California, así como en la Isla Angel de la Guarda, en el Golfo.

El Cirio crece en asociación con el Cardón, Pitahaya agria, Arbol elefante, Datilillo, y Candelilla. Es en esencia un ocotillo suculento, el cual generalmente permanece inactivo en la época de calor.

Cuenta una leyenda de la tribu Seri, que en tiempos pasados, los cirios fueron gigantes que escapaban del levantamiento del agua del mar, que sólo se salvaría aquel que no volteará hacia atrás y el que lo hiciera se convertiría en Cirio.

Parece ser que no obedecieron y hoy podemos apreciar a esta majestuosa especie, que debemos respetar y cuidar como patrimonio natural del Estado /de Sonora y la nación.

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